Preguntas más comunes en una entrevista de trabajo (y cómo responder sin morir de nervios)

Si estás buscando tu primer empleo o una beca, seguramente ya te lo han dicho: “prepárate para la entrevista”. Y sí, puede sonar intimidante, pero la realidad es que casi todas las entrevistas siguen un mismo guion. Los reclutadores quieren conocerte, ver cómo te expresas y entender si encajas con el puesto.

Lo bueno es que muchas preguntas se repiten una y otra vez. Así que si llegas con algunas respuestas pensadas de antemano, vas a estar mucho más tranquilo y seguro.

Actualizado: 02/10/2025
Desafío Aragón

Por qué prepararse para la entrevista es clave

Imagínate entrar a un examen sin haber abierto el libro: nervios, dudas y respuestas improvisadas. Una entrevista funciona igual. No se trata de aprenderte un discurso de memoria (eso se nota y queda raro), sino de reflexionar antes qué quieres destacar de ti. Prepararte te ayuda a:

  • Reducir los nervios.
  • Evitar silencios incómodos.
  • Mostrar lo mejor de ti con ejemplos concretos.

Preguntas clásicas que nunca fallan

Si hay un “pack básico” de preguntas en cualquier entrevista, son estas:

Háblame de ti

Es la típica de arranque. No quieren tu biografía completa, sino un resumen rápido de quién eres, qué has estudiado, qué intereses tienes y qué te motiva. La clave es sonar natural y no soltar un discurso robótico.

👉 Ejemplo: “Soy estudiante de Marketing, me encanta la comunicación digital y ya he participado en proyectos pequeños en redes sociales. Busco un trabajo donde pueda seguir aprendiendo y aportar creatividad”.

¿Por qué quieres este trabajo?

Aquí buscan compromiso y motivación. No digas solo “porque necesito dinero” (aunque sea verdad). Intenta conectar el puesto con lo que quieres aprender o aportar.

👉 Ejemplo: “Me interesa este puesto porque combina atención al cliente y organización, y creo que puedo aportar paciencia y buena comunicación, que son mis puntos fuertes”.

¿Cuáles son tus fortalezas y debilidades?

La trampa está en no sonar ni demasiado perfecto ni demasiado negativo. Una debilidad bien explicada demuestra autoconciencia y ganas de mejorar.

👉 Ejemplo: “Soy muy detallista y eso a veces me hace tardar más de lo que me gustaría, pero estoy aprendiendo a organizar mejor mi tiempo”.

¿Dónde te ves en cinco años?

No esperan que tengas un plan exacto, pero sí quieren ver ambición y proyección.

👉 Ejemplo: “Me veo trabajando en un entorno donde pueda crecer profesionalmente y aportar valor, quizá en un puesto con más responsabilidad en el área de comunicación”.

¿Tienes experiencia previa o ejemplos de tu trabajo?

Aunque no hayas trabajado oficialmente, seguro que tienes algo que contar: voluntariados, prácticas, proyectos escolares, trabajos en grupo. Todo suma.

👉 Ejemplo: “No tengo experiencia laboral formal, pero en la uni organicé un evento cultural con 200 asistentes y aprendí mucho sobre trabajo en equipo y organización”.

Preguntas sorpresa que pueden pillarte desprevenido

Algunos entrevistadores lanzan preguntas raras para ver cómo reaccionas. No buscan la respuesta “correcta”, sino tu creatividad y calma.

¿Cómo manejas el estrés o los conflictos?

Piensa en un ejemplo real donde hayas resuelto un problema sin drama.

👉 Ejemplo: “En un trabajo en grupo había opiniones muy distintas, así que organicé una reunión para escuchar a todos y al final logramos un acuerdo que nos permitió acabar a tiempo”.

Si fueras un animal/objeto, ¿cuál serías y por qué?

No te lo tomes demasiado en serio, es más un test de improvisación.

👉 Ejemplo: “Sería un perro porque soy leal, trabajo bien en equipo y siempre pongo energía en lo que hago”.

Consejos para jóvenes que se enfrentan a su primera entrevista

  • Investiga la empresa: mira su web, redes sociales y a qué se dedican. Así tendrás material para responder y preguntar.
  • Practica en voz alta: no hace falta ensayar frente al espejo dos horas, pero sí decir tus respuestas en voz alta para soltarte.
  • Cuida tu lenguaje corporal: dar la mano con seguridad, mirar a los ojos y sonreír transmite confianza.
  • Prepara una pregunta para ellos: demuestra interés. Puede ser sobre el equipo, las funciones o la cultura de la empresa.
  • No escondas tu edad o inexperiencia: al contrario, juega la carta de la energía, las ganas de aprender y la frescura.

Conclusión: la entrevista como oportunidad, no como examen

La clave para sobrevivir (y destacar) en una entrevista está en cambiar el chip: no es un interrogatorio, es una conversación para ver si hay encaje entre lo que tú buscas y lo que la empresa ofrece.

Recuerda: cada entrevista es práctica para la siguiente. Aunque no te seleccionen, ya has entrenado tu forma de expresarte y eso te suma puntos para la próxima.

Así que respira, prepárate y recuerda que lo más importante no es ser perfecto, sino ser auténtico.